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APÁRTATE

-CAPITULO III
-CAPITULO III

APÁRTATE

(Lucas 6:12-13) Y aconteció en aquellos días, que fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando fue de día, llamó a sus discípulos, y escogió doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles.


Dice que Jesús se apartó para estar a solas con Dios, y yo pregunto: si Jesús, que no tenía pecado, ¿necesitaba apartarse, cuánto más tú y yo? (Hechos 10:9) dice que Pedro subió a la azotea para apartarse y estar a solas con Dios, y pregunto: si Pedro, el gran apóstol, lo necesitaba, ¿cuánto más tú y yo?

Qué interesante que Jesús, dueño del mundo, encontraba tiempo para estar a solas con el Padre, y muchos de nosotros no. ¿Acaso pasamos más ocupados que Jesús?Hermanos, la efectividad de nuestras actividades depende de nuestro tiempo a solas con Dios. Cuando apartas tiempo para estar con Él, Dios te dirige a lo que debes hacer. Yo sé que apartarse es difícil con la presión del trabajo, los niños y el estudio, pero es para nuestro bien.


Otro beneficio del tiempo a solas con Dios es que nuestras oraciones son más efectivas. Muchos creen que la efectividad de sus oraciones está en decir palabras bonitas; otros creen que viene de orar en lenguas desconocidas; otros, en gritar fuerte. Pero la efectividad de tu oración reside en tu relación con Dios.


PARA QUE ESTUVIESEN CON ÉL

(Marcos 3:13-14) Y ordenó a doce, para que estuviesen con Él, y para enviarlos a predicar.

Es interesante que el primer llamado a los discípulos no fue para hacer obras, sino para que estuvieran con Él. Me parece que muchos quieren salir a hacer cosas para Dios antes de estar con Él. Queremos sanar enfermos, sacar demonios y resucitar muertos, pero no queremos tomar el tiempo para estar a solas con Dios, en parte porque requiere sacrificio y nadie lo aplaude.


Para estar con Dios, Moisés tenía que subir al monte solo y esperar, mientras los demás hacían fiesta en el campamento. Lo que no saben es la dicha que trae estar a solas con Él.

(Lucas 5:12-16)12 Y aconteció que estando en una ciudad, he aquí un hombre lleno de lepra, el cual, viendo a Jesús, se postró sobre su rostro y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.13 Y extendiendo su mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él.14 Y Él le mandó que no lo dijese a nadie; pero ve, le dijo, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza, como mandó Moisés, para testimonio a ellos.15 Pero su fama mucho más se extendía, y grandes multitudes se reunían para oírle y ser sanados por Él de sus enfermedades.16 Mas Él se apartaba al desierto, y oraba.


¿Te gustaría hacer las cosas que Jesús hacía? Jesús se apartaba para estar a solas con Dios. Digo esto porque cuando pensamos en hacer las cosas que Jesús hacía, pensamos en sanar enfermos, sacar demonios o resucitar muertos. Pero antes de hacer milagros, Jesús se apartaba para estar con Dios.

Las obras milagrosas eran resultado de la costumbre que Jesús tenía de apartarse. Así que, si queremos hacer las cosas que Él hacía, tenemos que aprender a apartarnos para estar a solas con Dios.


Cuando nuestra vida no es el resultado de nuestro tiempo con Dios, nuestro tiempo juntos se convierte en un espectáculo. Ponemos la mejor ropa y rostro y lo aguantamos hasta que la reunión termina, para regresar a lo que realmente somos. Esto no es necesariamente tu caso, pero sí el de muchos. EL CIRCO DEBE DETENER.


El se apartaba se refiere a una costumbre que tenía Jesús, así como algunos tienen la costumbre de revisar su correo, sus redes sociales, ver una telenovela a cierta hora o ir al gimnasio, etc. Jesús estaba tan apegado a su costumbre que dejaba lo que estaba haciendo, por importante que fuera, para estar a solas con Dios.

Eso es admirable, porque no es fácil apartarse de las cosas, especialmente cuando nos gustan. A mí me cuesta apartarme de un partido de fútbol en la tele o del juego de FIFA en el PlayStation. Para algunos, es difícil apartarse de la cama, un ser querido o los quehaceres cotidianos.


Lo cierto es que muchas veces Dios nos llama a estar con Él en lugar de lo que nos gusta. En el caso de la lectura que hicimos, Jesús estaba en medio de un avivamiento, súper ocupado y con mucha demanda, pero se apartó para estar a solas con Dios (Lucas 5:15). ¿Qué hiciste la última vez que Dios te llamó de algo para estar con Él?

Según (Lucas 5:16), Jesús se apartó al desierto a orar. En este caso, el desierto representa un lugar solitario. El desierto es el lugar donde se examina el interior, donde crecen las raíces de amargura, resentimiento, ira, envidia y otras cosas semejantes.


Hoy en día hay mucha alarma por el aumento de suicidios, y se pregunta por qué. No tengo todas las respuestas, pero me parece que una de las causas es el descuido del interior. Interesante que la mayoría de los suicidios son hombres, porque tienden a interiorizar las cosas más que las mujeres.


Dios sabe que precisamos de un lugar donde descubrir y tratar las cosas que guardamos; por eso nos invita a buscar un lugar para estar a solas con Él. Hay mucho dolor interno aun en las personas que profesan ser cristianos, y a veces lo que llamamos la unción del Espíritu es la manifestación del dolor que sienten por lo que guardan en su interior. Iglesia, si el santo Jesús iba a un lugar donde podía estar solo, nosotros también debemos hacerlo.

El lugar desértico también es el lugar de renovación. Muchos buscan renovarse en cosas que Dios llama CISTERNAS ROTAS:

(Jeremías 2:13) Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, por cavar para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen el agua.


Algunas CISTERNAS ROTAS pueden ser los encuentros, las cruzadas, las reuniones de hombres o mujeres de negocios, o las reuniones semanales. Estas cosas son solamente cisternas, no fuente. El domingo te refrescan un poco, pero para el lunes ya estás vacío otra vez, y así permanecen hasta el siguiente culto, cruzada, retiro o encuentro. Pero LA FUENTE es tu tiempo a solas con Dios.


Cristianos que no apartan tiempo para estar con Dios se cansan, pierden las ganas e inspiración y terminan rindiéndose a la carne. Algunos tienen que arrastrarse para llegar a una reunión semanal porque no aguantan más que una. Esto sucede cuando no se renuevan diariamente a solas con Dios.


Adrián Romero describe el desierto como “el lugar donde nadie te ve”. Me inspira la adoración colectiva, donde todos estamos juntos alabando y participando en la celebración a nuestro Dios. Pero, habiendo dicho eso, amo más mi tiempo a solas con Dios: en la oficina tirado en el piso, en el cuarto de oración en mi casa o solo en la sala cuando no hay nadie.

Ojalá que cada hombre, mujer, joven y niño pueda practicar el apartarse de las cosas para estar a solas con Dios. El tiempo a solas con Él es una forma de crecer en la iglesia mediante el crecimiento personal.


Nos vemos en un próximo capitulo.

Att. Pastor Donnie Allen

 
 
 

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