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En medio de la adversidad


Porque vivimos en un mundo donde hay mucha maldad y suceden cosas que nosotros no quisiéramos que sucedieran, va haber adversidad donde quiera que vayamos.

Santiago 1:20 nos dice: porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.

Quiero llevarle por un tema que nos preguntamos y nos enfrentamos con frecuencia. Para ello primero miremos: ¿Qué es adversidad? La adversidad es una situación adversa, contraria, difícil de sobrellevar, es un suceso o una situación que se caracteriza y está dominada por la desgracia en la que se encuentra una persona.

Lo adverso es entonces, el otro lado de lo bueno, la parte negativa de algo, lo desfavorable o desafortunado. A lo largo de la vida tomamos muchas decisiones, pero algo que nunca decidiremos escoger es la adversidad. Sin embargo, todos estamos expuestos a vivir momentos de adversidad, pues vivimos en un mundo lleno de pecado y maldad. La adversidad es un estado de sufrimiento y dificultad, el cual puede incluir angustia, problemas, pruebas y decepciones. Sufrir una enfermedad grave, perder el empleo, sufrir la muerte o el alejamiento de un ser querido, padecer una catástrofe natural, vivir en un mundo en crisis o en guerra, etc.

La Biblia nos da muchos ejemplos de personas que enfrentaron adversidades y que descubrieron que Dios las usó para bendecirlas. Todas estas personas nos hubieran podido decir que valió la pena sufrir con tal de recibir lo que se les dio como resultado.

  • Pablo 2 Corintios 12:7-10 La adversidad puede venir a ser una bendición de Dios si reaccionamos de la misma manera que Pablo en 2 Corintios 12.7-10.

  • José sufrió traición, esclavitud y prisión antes de venir a ocupar el lugar más importante en Egipto después de Faraón.

  • María y Marta sufrieron la pérdida de su hermano antes de que Jesús lo resucitara.

Algunas cosas que suceden ante la adversidad

  1. En medio de la aflicción, las personas reaccionan de maneras completamente diferentes. Algunas personas cuando pasan por la adversidad se alejan de Dios. Si el Señor no llena sus expectativas, algunos se sienten decepcionados y reaccionan dudando del Señor. Su corazón se llena de amargura.

  2. Algunas personas pasan por la adversidad echándole la culpa a Dios. Piensan que si Dios no hubiera permitido ciertas cosas en su vida no les hubiera sucedido lo que están pasando en ese momento. Entonces deciden culpar a Dios.

  3. Algunas personas pasan por la adversidad dándole la espalda a Dios. Se alejan del Señor para siempre. Hay algunos que no pueden tolerar las dificultades y se enojan tanto con Dios que nunca regresan a Él. Por ejemplo, cuando alguien muere, o se enferma. Cuando las personas están pasando por la adversidad empiezan a alimentar sus heridas y hacen que los que están alrededor no se sientan bien, porque toman una actitud mala. Desperdician su vida.

  4. Algunas personas pasan por la adversidad avanzando hacia una comunión más profunda con Dios. En vez de alejarse del Señor, se acercan más a su presencia en medio de la adversidad. Cuando nuestra relación con Dios crece en la intimidad, comenzamos a vivir mejor, somos más obedientes a la voz de Dios.

Concluyo diciéndole que la adversidad no es necesariamente bueno o malo, tú decides como lo vas a enfrentar. Porque “En la adversidad es probada nuestra fe”. Aquí es cuanto sabemos cuanta fe tenemos. Dice Santiago 1:2 2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas.

La adversidad es una de las formas que Dios usa para moldearnos a Su imagen.

El Señor te dice hoy: “Yo puse mi sello en ti, empoderándote para vivir una vida supernatural que dependa de MI.”

Lo siguiente es lo que recibimos como resultado cuando pasamos por la adversidad en nuestra vida:

  • Fe firme/estable. En medio de nuestro dolor, el Señor se mantiene fiel, al no hacer lo que deseábamos, sino al cumplir sus promesas y estar con nosotros durante el sufrimiento. Porque si queremos madurar en nuestra fe, necesitamos de vez en cuando una tormenta o una prueba.


  • Paciencia inagotable/ incansable. Es al comprender que Dios está con nosotros y que tiene un propósito para permitir la adversidad, que recibimos de Él la paciencia necesaria para esperar por su tiempo. Podemos confiar en que no prolongará nuestro sufrimiento más allá de lo que sea necesario.


  • Valentía irrompible/ inquebrantable. Cada vez que confiamos en el Señor recibimos la valentía que necesitamos para perseverar y enfrentar el próximo desafío con fe. Josué 1:9 dice: Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.


  • Crecemos en Santidad. La adversidad nos impulsa a examinar nuestra vida. Cuando venimos ante el Señor, en medio del dolor y las dificultades, Él revela nuestros pecados y errores. Puede que no tengamos la opción de elegir en relación con la aflicción, pero cuando llegue a nuestra vida, podremos decidir cómo reaccionaremos ante ella. Se nos da la opción de rendirnos ante la voluntad de Dios, pues sabemos que Él usará cada prueba para nuestro bien.

Decía alguien por allí: “Podemos ser agradecidos en la adversidad, ser agradecidos nos resulta fácil cuando el sol brilla, pero cuando la lluvia torrencial es una realidad, la gratitud suele ser la primera víctima de nuestro dolor.”


Pastora Xiomara Allen

06 de Octubre del 2020

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